" El Real Jardín Botánico de Madrid es una de las atracciones turísticas más bonitas e interesantes de la capital. Desde 1774 se encuentra en su actual emplazamiento, en el Paseo del Prado, justo al lado del Museo del Prado. El Jardín tiene un tamaño mediano y es una visita perfecta para hacer justo después del Museo del Prado. "
Real Jardín Botánico
En el año 1755, el Rey Fernando VI ordenó la creación del Real Jardín Botánico, cuyo primer emplazamiento estuvo a las orillas del Río Manzanares.
El Rey Carlos III en 1774 encargó al arquitecto real Sabatini y a Juan de Villanueva la planificación, diseño y construcción del Jardín en un nuevo emplazamiento, en el Paseo del Prado.
Desde el primer momento los directores del Jardín potenciaron mucho la investigación y la enseñanza de la botánica, no sólo con clases y exposiciones, sino también financiando expediciones botánicas a América y a distintas zonas del Pacífico.
El primer método de clasificación de las plantas y los árboles que se usó fue el del botánico Linneo. A partir de este momento se construyó la verja que rodea el terreno del Jardín y el Pabellón Juan de Villanueva, donde daba sus clases uno de nuestros más ilustres botánicos José Cavanilles.
Durante nuestra Guerra de Independencia contra los franceses, que comenzó en 1808, el Jardín sufrio un gran deterioro y abandono.
El profesor Mariano de la Paz Graells se convirtió en el director del Jardín en 1857. Su curriculum era impresionante: botánico, doctor en medicina, experto en ciencias naturales y catedrático de Zoología. Durante su gestión se llevaron a cabo numerosas reformas, la más llamativa fue la construcción del invernadero que lleva su nombre.
Entre 1880 y 1886 el Real Jardín Botánico sufre dos grandes perdidas: la primera la perdida de dos hectáreas de su terreno y la segunda, que fue considerada una catástrofe, la perdida de casi 600 árboles de gran valor por causa de un ciclón.
El naturalista Celestino Mutis también ocupó la plaza de director del Jardín y en el año 1939 el Jardín Botánico pasa a depender del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, a su vez dependiente del Ministerio de Educación y Ciencia.
Con la restauración de la democracia en España se rehabilita completamente el Jardín y en 1981 coincidiendo con el bicentenario de su traslado, se vuelve a abrir al público.
Las zonas se organizan en terrazas: la Terraza del Plano de la Flor, la de las Escuelas Botánicas y la de los Cuadros.
La Terraza del Plano de la Flor es donde se encuentra la colección de árboles y arbustos, plantados en superficies con bordes redondos y ovalados y rodeados de setos de durillo. En el centro hay un pequeño estanque y en esta parte también se encuentra la escultura del busto de Linneo. Excepto esta terraza el resto del Jardín tiene una retícula cuadrada.
La Terraza de la Escuelas Botánicas recoge la colección taxonómica de plantas ordenadas por familias y filogenéticamente. Lo más interesante para el visitante de esta parte es que se puede ver la evolución del reino vegetal desde las plantas más primitivas a las más evolucionadas. En esta terraza hay varios ejemplares de madroños, que es el árbol que junto con un oso, aparece en el escudo de Madrid.
En la Terraza de los Cuadros viven las plantas de huerta, ornamentales, medicinales, aromáticas y endémicas.
El invernadero Graells es un edificio con una estructura de hierro fundido, elegante, original y con un gran carácter. Este edificio es considerado una de las joyas del Botánico, y alberga en su interior las plantas tropicales y acuáticas.
El otro invernadero es de construcción reciente, 1993, y alberga las plantas tropicales, y las de clima desértico y templado.
El Pabellón que hoy en día se conoce como Pabellón Villanueva, tiene dos partes diseñadas por dos arquitectos distintos, aunque el estilo de todo el conjunto es neoclásico.
El primer edificio fue diseñado por Sabatini en 1780 y el segundo por Juan de Villanueva en 1794. En este último es donde se ubico la cátedra de Botánica Antonio José Cavanilles. Actualmente el edificio se dedica a exposiciones.
Por último hay que destacar que el Jardín Botánico tiene una terraza con una excelente colección de bonsais. La terraza está situada en la parte superior izquierda del Pabellón Villanueva. Algunos de los más de noventa bonsais son considerados como ejemplares únicos y excepcionales. Esta colección, que era la colección privada del ex presidente del Gobierno Español Felipe González, fue donada al Jardín Botánico en 1995 y se presentó al público a principios del año 2005.