Plaza de las Ventas
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La Plaza de Toros Monumental de las Ventas es considerada la más prestigiosa del mundo. La Plaza se inaguró el 17 de junio de 1931 con un corrida benéfica, un cartel de lujo y un lleno hasta la bandera.
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La Plaza de Toros Monumental de las Ventas
Entre los años 1913 y 1920 del siglo pasado las corridas de toros adquieren tal auge que la antigua Plaza de Toros de la Carretera de Aragón se queda pequeña. Fue un torero, José Gómez, apodado Joselito, quien lanzó la primera idea sobre la conveniencia de construir una nueva plaza más monumental que abriera el espectáculo a toda la ciudad y permitiera abaratar el precio de las entradas. Así se lo comunicó a su amigo aficionado al toreo y arquitecto, José Espeliú.
La idea cobra fuerza en 1918 y la Diputación Provincial de Madrid compra un terreno en las llamadas Ventas del Espíritu Santo, de ahí su nombre. Los terrenos pertenecían a la familia Jardón y como contrapartida se queda con la gestión de la futura plaza por un periodo de 50 años.
Las obras comenzaron en 1922 bajo la dirección de José Espeliú quien ideó una plaza monumental del estilo mozárabe con elementos decorativos de cerámica y capacidad para 23.000 espectadores. El ruedo tiene 60 metros de diametro. Además se proyectaron espacios adjuntos para toriles, almacenes, patio de caballos y otras dependencias. La Plaza costó doce millones de pesetas de la época, cuatro y medio más de lo que se pensó en un principio.
Esta corrida inagural, de carácter benéfico, fue presidida desde el Palco Principal (luego llamado Real) por el Presidente de la Segunda República Española, Don Niceto Alcalá Zamora. Hubo siete toreros, casi todos maestros, y el toro que estrenó la Plaza se llamaba Hortelano, de la ganadería del Duque de Veragua. La Banda Municipal dió un concierto mientras se llenaba la Plaza y el primer pasodoble que se oyó fue el España Cañí del maestro Marquina.
Después de esta corrida inagural se decidió acondicionar y preparar los alrededores y accesos para facilitar la entrada del público al recinto. Los trabajos duraron hasta 1934 y en 1935 se desarrolló la primera temporada con normalidad. Sin embargo al año siguiente y debido a la Guerra Civil Española se suspendieron los festejos, que sólo pudieron reanudarse en 1939.
La Plaza por dentro es de la siguiente forma: alrededor del ruedo el aforo se distribuye en 10 tendidos coronados por gradas, palcos y andanadas. Los tendidos se dividen en bajos y altos. Los precios de las localidades dependen de si están al sol o a la sombra y de su cercanía o alejamiento del ruedo.
La plaza tiene 28 palcos de 15 entradas cada uno; uno de ellos esta dedicado a la Presidencia de la Corrida. Además hay un Palco Real de arquitectura arabesca, frente a este en el tejadillo de la andanada del 5 está el reloj de la Plaza.
El ruedo tiene 5 puertas y otras tres de toriles. Los toreros salen al ruedo, al iniciar el paseíllo, por la puerta de cuadrillas que está entre los tendidos tres y cuatro.
La Plaza además cuenta con un Patio de Caballos, toriles, una enfermería y una capilla presidida por un cuadro de la Virgen de la Paloma, Patrona de Madrid. Desde 1951 también hay un Museo Taurino.
La temporada empieza en marzo y acaba en diciembre. Durante la Feria de San Isidro, en el mes de mayo, se celebran corridas todos los días (hay como mínimo 20 ó 22 corridas) y cada domingo o festivo del resto de la temporada también hay corrida. Los festejos empiezan a las seis o a las siete de la tarde, siempre se lidian 6 toros o novillo, y suelen durar entre dos y tres horas.
Además algunas corridas tienen un prestigio particular como las Corridas de la Prensa o la de la Beneficencia.
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