" El Teatro Real de Madrid es uno de los edificios más emblemáticos de la capital. Es el escenario de la opera, el ballet clásico y la danza en Madrid y está situado en un entorno privilegiado; a un lado la Plaza de Isabel II y al otro la Plaza de Oriente, los Jardines de Sabatini y el Palacio Real. "
El Teatro Real de Madrid
Los antecedentes históricos del Teatro Real se remontan al año 1708 cuando el Ayuntamiento de Madrid concedió un permiso para la construcción de un teatro en unos solares en la zona sur de la capital. Este primer teatro, construido por una empresa extranjera, fue derribado en 1735. Posteriormente se construyó un nuevo teatro auspiciado por el Rey Fernando IV que fue demolido en 1816 porque amenazaba ruina. Cuando comienzan las obras de la Plaza de Oriente en 1817 se encarga un nuevo proyecto que con parones en su construcción, de hasta 13 años, y muchos avatares llegó inconcluso hasta el año 1845.
El diseño original era majestuoso, el teatro tendría una forma hexagonal irregular, con una fachada principal de forma circular mirando a la Plaza de Oriente, y otra fachada recta que daba a la Plaza de Isabel II. La noche de la inaguración el Real se llenó con la flor y nata de la sociedad madrileña y se eligió la opera La Favorita de Gaetano Donizetti, que era en aquel momento el compositor favorito de los madrileños.
La segunda temporada también se inaguró con una obra de Donizetti, esta vez fue Los Mártires. Fue una temporada breve con tan sólo 69 representaciones. El compositor italiano Guiuseppe Verdi empieza a cautivar al público de Madrid y el Real programa sus obras con más frecuencia. Tanto es así, que operas como Rigoletto y Il Trovatore, llegaron a representarse más de 350 veces hasta 1925.
Durante el siglo XIX el Teatro Real pasó por todo tipo de situaciones: temporadas con gran asistencia de público (tanto que hubo que numerar las localidades), otras que supusieron un fracaso económico, la conversión del Teatro en Cortes Generales durante la revolución de 1854 de O´Donnell e incluso la quiebra financiera de la institución. Una constante en toda la historia del Teatro, desde su creación hasta nuestros días, ha sido siempre la interminable sucesión de empresarios y gestores encargados de su dirección.
En 1867 el Real sufrió un incendio que afectó gravemente al conservatorio de música anexo al Teatro, así como a los decorados, salones y la misma estatua de la Reina Isabel II. Nunca se supieron las verdaderas causas del incendio.
Hacia finales del siglo XIX los gustos operísticos del público madrileño fueron cambiando y tanto las operas francesas como la alemanas, Richard Wagner sobre todo, empezaron a incluirse en los programas.
En 1888 se sustituyó la iluminación de gas por la electricidad. Y también por estos años se estreno la opera Carmen de Bizet que levantó airadas protestas del público por el atrevimiento del libreto.
Durante el siglo XX el Teatro convivió con la convulsa historia política de nuestro país, si bien pudo mantener una continuidad operística, esta estuvo siempre marcada por los déficit presupuestarios y las perdidas económicas.
El el año 1916 hay que destacar tres hechos importantes: empiezan a llegar los ballets rusos al Real y el 26 de mayo la mítica compañía de Diághilev estrena en Madrid con un éxito apabullante. Además como ningún empresario quería hacerse cargo de la gestión del Teatro, se crea la Junta del Patronato del Real, que a pesar de algunas interrupciones ha sobrevivido hasta nuestros días.
El Teatro Real de Madrid se cerró al público en 1925 ya que necesitaba una reforma completa y muy costosa. La Guerra Civil Española y la 2ª Guerra Mundial impidieron que no volviera a abrir sus puertas hasta 1966. Si bien, se había decidido cambiar su uso, ya que en aquel momento se hablaba de construir un nuevo Teatro de la Opera en otra ubicación, por lo que se adaptó el Teatro de la Plaza de Isabel II a sala de conciertos, Real Conservatorio de Música y Escuela de Arte Dramático.
Durante 22 años, hasta 1988 el Real sólo programó conciertos, y operas cantadas sin escenografia ni decorado.
EL 1979 el Gobierno decide construir un Auditorio Nacional de Música de nueva planta y reconvertir el Teatro Real en teatro de opera.
Las obras del Teatro Real se encargaron al arquitecto Valcárcel y no pudieron empezar hasta 1991. Al poco tiempo de empezar las obras muere Valcárcel a pie de obra y se hacen cargo del proyecto su hijo Jaime González Valcárcel y Miguel Verdú. Posteriormente un nuevo arquitecto Francisco Rodriguez Partearroyo se hace cargo de las obras modificando radicalmente el proyecto original.
Los planes de Partearroyo, se preocupan más por la acústica del coliseo, permiten un mejor aprovechamiento del espacio con la creación de salas de ensayo y espacios para uso administrativo. También incorpora una de las mejores maquinarias escénicas que habia disponible en el mercado. Actualmente el escenario del Teatro tiene 18 plataformas con movimiento vertical y cuatro con movimiento horizontal, lo que permite tener montadas varias escenografías al mismo tiempo.
El interior del Teatro se rehabilita completamente y después de 7 años de obras se convierte en uno de los mejores teatros de opera de toda Europa, sobre todo por su caracter, aforo, casi 2.000 localidades, calidad técnica, esplendor y programación.
En 11 de octubre de 1997 se reinagura el Teatro Real de Madrid con un programa genuinamente español: la opera La Vida es Breve y el ballet El Sombrero de Tres Picos ambas de Manuel de Falla.
La gestión del Teatro corresponde a la Fundación Teatro Lírico. El Patronato de esta Fundación lo componen el Ministro de Cultura del Gobierno de España, La Comunidad Autónoma de Madrid y el Subdirector General de Música y Danza del Ministerio de Cultura.
El presupuesto para la temporada 2007 ascendió a 48 millones de euros.
El Director general es Miguel Muñiz, y el director artístico Antonio Moral.
Durante el año 2007 se representarán 8 operas, 4 ballets y visitarán su escenario 2 compañías de danza contemporánea.